O cualquier otra proteína saludable.
El desayuno perfecto, además de incluir hidratos de carbono (en no más del 25%) debe contener grasas saludables (frutos secos o aguacate) y también proteína. Los huevos son una de las mejores opciones para aportar proteína.
Beber leches vegetales sin mirar su composición
Como las bebidas de soja, arroz, almendras... fijarse en que no tenga azúcares refinados o vitaminas sintéticas (producen inflamación).
Lo mejor es hacernos nuestra propia bebida vegetal.
Engañarte con ensaladas que no son sanas ni bajas en calorías
Tener la idea de que es una comida sana y poco calórica, a veces es algo falso ya que se pueden incluir en ella alimentos de alto contenido calórico. Por eso hay que eliminar las salsas (es mejor probar el vinagre de arroz aderezado con hierbas en su lugar), quesos grasos, cebolla y bacon frito.
Se pueden incluir proteínas para que sea más completa, tales como salmón, pavo, atún o pollo asado. O vegetales como el tofu, habas, judías...
No leer las etiquetas de los productos que compras
Está demostrado que si se leyeran, se podría adelgazar una media de hasta casi 4 kilos.
No masticar bien
Comer rápido y no masticar correctamente también puede hacer engordar. Por eso procura estar atenta a la comida, mientras comes.
No merendar
Frena el hambre físico y emocional de cara a la cena.
Dormir poco
Dormir una media de entre 7 y 9 horas al día.
La falta de sueño interfiere en las hormonas implicadas en el control de nuestro peso y en el centro de recompensa de nuestro cerebro. Durmiendo poco se altera nuestro metabolismo y comemos peor.
Beber agua durante las comidas
No te va a hacer engordar pero puede hacer que se hinche el abdomen.
Es mejor beber antes de las comidas y si te resulta imposible, mejor que sea agua tibia, que favorece la digestión en lugar de alterarla.
... No beber dos vasos antes de comer
Es recomendable beber 2 vasos de agua antes de comer (unos 20 minutos antes) ya que aumenta la sensación de saciedad.
Comer demasiado poco
Nuestro organismo tiene medios para responder a las situaciones de carencia y una de ellas es absorber al máximo el alimento que tomemos. Podemos llevar a nuestro cuerpo a un estado de "ahorro de energía" con lo cual disminuye nuestro metabolismo basal o gasto calórico en reposo y nos lleva a acumular toda la energía que no estamos gastando.
Tener miedo a las grasas
Existen grasas saludables, y además nos sacian: frutos secos, aguacate, aceite de oliva y aceitunas (en cantidades moderadas).
No comer suficientes verduras y hortalizas
Deben ser al menos el 50% de lo que comemos.
Comer demasiadas veces al día (aunque sea poco)
Limitar la ingesta a 3-4 veces al día.
Cenar más tarde de las 9
Lo ideal es cenar 3 horas antes de acostarse, ya que es el tiempo que necesita nuestro cuerpo para hacer la digestión y tener buen sueño.
Creer que todo lo que lleva soja no engorda